sábado, 7 de enero de 2012

Capítulo 1.

Era una tarde tan normal como las demás; con una luz clara en el cielo, olor a tierra mojada, el viento rozando los árboles, nada raro en el ambiente.
Yo estaba tirada en el sofá mirando a la ventana empapada de gotas de lluvia mientas sonaba en la radio mi canción favorita. Parecía que no hacía nada, si alguien me hubiera visto en ese momento, seguramente me hubiera tomado el pulso para asegurarse de que seguía viva. Pero sí que estaba haciendo algo, algo no muy importante para nadie, pero sí para mí. Estaba debatiéndome entre la vida y la muerte. Si escogía la muerte, escogería entonces no volver a verle, que no me volviera a coger entre sus brazos, escogería rehacer mi vida sin mi mitad, que su aliento no se volviera a detener en mis mejillas, que sus palabras no volvieran a atravesar mis oídos para llegar a mi corazón, tendría olvidarme de él y sus besos para siempre, algo imposible y algo mortal. Si escogía la vida, seguiría con él y mi vida tendría sentido hasta que mis días acabaran, podría decir con la boca llena que nada me importa si lo tengo a mi lado y que el mundo no es nada en comparación con nuestro paraíso, entonces nos revelaríamos y junto con nuestra hija empezaríamos una nueva vida muy lejos de nuestras raíces.
La cosa estaba clara. Escogía la vida. Pero no todo era tan fácil.
Entonces interrumpieron mis pensamientos. El timbre de la puerta estaba sonando y me levante para abrir. Era mi novio, que venía de recoger a mi niña de la guardería. Venía empapado y con una mirada un tanto rara. Me observaba fríamente y unos segundos después su rostro cambió por completo en una cara llena de ilusión y cariño. No entendía muy bien esos cambios de expresión que últimamente estaba teniendo tan a menudo pero no le había dado mucha importancia, quizás fuera el cansancio que suponen los últimos meses del primer año de universidad o el estrés de tener al enemigo metido en casa.
Estábamos viviendo en un piso compartido. Jorge; mi novio desde hacía ya cuatro años, David; el amor de mi vida, la razón de mi existencia y un fruto prohibido para mí, Lisa; hija mía y de David, algo que sólo sabemos nosotros dos. Y yo, una estúpida niña grande de diecinueve años a punto de entrar en una crisis emocional. Los cuatro estábamos viviendo en la casa de las mentiras, dando vueltas en un círculo vicioso y destructivo que del cual era imposible salir. 

Innovaciones en el blog :D

Hola a todo el que este leyendo esto, sólo quería decir que me ha entrado la curiosidad de hacer una novela, y la he hecho :D.

En la siguiente entrada pongo el primer capítulo.

Espero que os guste y dejar comentarios con vuestra opinión.

Gracias :)